Introducción
Los medios (impresos y digitales) publican mucha desinformación sobre el cigarro electrónico. Constantemente aparecen reportajes en los que “expertos” declaran (y advierten) que el “vapor contiene sustancias tóxicas”, que “induce a niños y adolescentes al tabaquismo”, que “no ayuda a dejar de fumar”, que su uso “puede producir enfermedades respiratorias, o incluso cáncer”. La lista es interminable.
Pro-Vapeo México presenta información basada en estudios de calidad que contradice todas estas afirmaciones. La información que proporcionamos también muestra los errores y defectos de prácticamente todos los estudios en los que se basa esta desinformación. Prácticamente toda la desinformación reportada se basa en estudios “chatarra” que tienen serios errores y problemas de calidad. Sin embargo, queda la pregunta apremiante: ¿Porqué los periodistas, incluso quienes reportan ciencia, se prestan a reportar resultados alarmantes basados en estudios chatarra sobre el cigarro electrónico?
En este espacio hacemos la anatomía detallada de un caso de periodismo sensacionalista sobre el cigarro electrónico que tuvo lugar en Inglaterra a fines de 2015. El ejemplo ilustra como funciona la desinformación y como se puede responder a ella y lograr que quienes la emiten se vean forzados a emitir aclaraciones.
Si la desinformación es nociva y penetrante en un país con buenos niveles de educación como el Reino Unido, en donde el cigarro electrónico es legal y accesible y las autoridades sanitarias apoyan su uso, su efecto en México es mucho peor. En México el periodismo es de menor calidad, los “expertos” hacen declaraciones sin proporcionar fuentes (citar a los estudios que sustentan lo que declaran). El uso del cigarro electrónico es semi-legal y las autoridades sanitarias, o son ignorantes sobre el tema, o son abiertamente hostiles. En Pro-Vapeo México nos proponemos cambiar este panorama desolador.
Comentario sobre los comunicados de prensa (PHE)
Divulgación Incorrecta de estudios científicos (Informe PHE 2018, página 172)
En los últimos años, se han presentado algunos hallazgos de investigación que declaran documentar riesgos graves asociados al vapeo y que recibieron una amplia cobertura. Por supuesto, todos los estudios tienen fortalezas y debilidades en sus diseños de investigación, y eso incluye también a aquellos que demuestran que el uso de cigarros electrónicos es mucho menos dañino que fumar. Sin embargo, la forma en que se diseñaron e informaron los resultados de algunos estudios con limitaciones particulares, y su posterior presentación a los medios de comunicación, puede haber causado serias preocupaciones sobre el uso de cigarros electrónicos como lo demuestran las crecientes percepciones erróneas sobre los riesgos para la salud en el Capítulo 10.
Creemos que hay varias razones que contribuyen a esto:
- Los estudios que comparan las exposiciones, tanto a los cigarros electrónicos como al cigarro de tabaco, y muestran que estos últimos son mucho más tóxicos, no se consideran de interés periodístico (por ejemplo el estudio de Husari y colegas, referencia 307)
- Es comprensible que las revistas, los autores y las oficinas de prensa de los institutos de investigación estén interesadas en buscar publicidad para sus artículos con el fin de obtener un impacto, dando como resultado comunicados de prensa. A veces, estos no representan con precisión el artículo en el que se basan y aluden.
- Los hallazgos de los estudios pueden exagerarse aún más cuando se discuten en los medios de comunicación (fuera de la jurisdicción de las revistas).
- Los posters o presentaciones en conferencias, cuando todavía no hay una revisión por pares para acompañarlos, a veces se presentan como si ya hubieran sido revisados por pares y se consideraran como hallazgos definitivos.
Estos son algunos encabezados recientes en los medios generados a partir de algunos de los estudios descritos anteriormente en este capítulo:
- ‘E-cigarettes are no better than regular smoking’ [Cigarros electrónicos no son mejores que fumar]
(fuente) - ‘Cancer alert’ headlines [Encabezados de alerta de cáncer] (fuente)
- ‘Bladder cancer’ headlines [Encabezados de cáncer en la vejiga] (fuente)
Ninguno de esos titulares sería justificable a partir de los estudios de investigación a los que se refieren. Sin embargo, es comprensible cómo algunos de estos titulares se generaron a partir de los materiales de prensa que acompañan a los documentos o, en un caso, la presentación de la conferencia.
Como hemos visto, la fuente más frecuente de inquietud proviene de estudios en animales e y cultivos de células (in vitro) que tienen una relevancia poco clara para evaluar la exposición humana. También típicamente evitaron las comparaciones con el efecto del humo del cigarro.
A menudo, los estudios sufren de uno o de ambos de los dos principales problemas metodológicos. El primero es que la exposición a los cigarros electrónicos fue mucho mayor que el nivel de exposición al que estarían expuestos los usuarios humanos. Por ejemplo, en estudios in vitro, las células se bañan en el líquido para vapear o se exponen directamente al aerosol del cigarro electrónico.
En estudios con animales, los animales de laboratorio que son una fracción del tamaño de los humanos y mucho más sensibles a la nicotina y otros químicos, incluidos los olores fuertes, son expuestos a emisiones de una magnitud mucho mayor que aquellas a las que los usuarios humanos de cigarros electrónicos están expuestos en relación con peso corporal (los ratones pesan 25 gramos). Los animales también están a veces muy estresados durante largos períodos de tiempo. El envenenamiento sistémico y una secuela del stress crónico se interpretan entonces como un signo de la toxicidad del vapeo.
El segundo problema, como se discutió en detalle anteriormente (ver aquí, aquí y aquí), es que cuando el líquido para vapear se sobrecalienta, libera aldehídos tóxicos, pero esto no es aplicable a los usuarios humanos de cigarros electrónicos porque el líquido sobrecalentado genera un sabor acre y aversivo que los usuarios de cigarros electrónicos evitan (la calada en seco). Cuando los productos tóxicos del líquido para vapear sobrecalentado se detectan en el cuerpo de los animales o afectan a los tejidos y las células, afirman nuevamente que el vapeo presenta riesgos, a pesar de que los usuarios de cigarros electrónicos no generan ni absorben estos productos químicos.
La consecuencia de esta forma inexacta o inadecuada de informar es que el público en general es engañado. Esto podría inducir a los fumadores a seguir fumando en lugar de cambiar al vapeo, y a los ya usuarios de cigarros electrónicos a recaer en el hábito de fumar. Si bien estos informes inexactos no se limitan a la reducción del daño al tabaco y al campo de los cigarros electrónicos, el impacto raramente es tan grande. Fumar es especialmente peligroso y cada año en Inglaterra alrededor de 80,000 fumadores mueren debido al consumo de tabaco. En pocas áreas científicas las ganancias y pérdidas para la salud pública son tan altas. Es muy probable que estos informes y titulares desempeñen un papel clave en la persistente percepción errónea que tiene el público acerca de los riesgos del cigarro electrónico relativos a los de los cigarrillos de tabaco, tal como se analiza en el Capítulo 10 de este informe.
Disección de un caso de reportaje amarillista sobre el cigarro electrónico en 2015
Antecedentes
El 29 de diciembre de 2015 la periodista Sarah Knapton, corresponsal científica del diario The Daily Telegraph de Londres, publicó la siguiente nota de prensa a ocho columnas en la que entrevista a la Dra Jessica Wang-Rodríguez, patóloga de la Universidad de California en San Diego, la cual reporta resultados alarmantes sobre el cigarro electrónico en base a un estudio llevado a cabo en dicha universidad.
Esta es la traducción de la nota de prensa escrita por Sarah Knapton:
INICIO DE LA NOTA DE PRENSA
Los cigarrillos electrónicos no son más seguros que fumar tabaco, advierten los científicos
Sarah Knapton, editora de ciencias
29 de diciembre de 2015 • 4:30 p. M.
Vapear no es más seguro que fumar, los científicos advirtieron después de encontrar que el vapor del cigarrillo electrónico daña el ADN de manera que podría provocar cáncer.
Investigadores de la Universidad de California crearon un extracto del “humo” de los cigarrillos electrónicos y lo usaron para probar su efecto en células humanas en un laboratorio.
Las células expuestas desarrollaron daño en el ADN y murieron mucho antes que las que no fueron expuestas. Los cigarrillos electrónicos libres de nicotina causaron un 50% más de roturas de cadenas de ADN, mientras que aquellos que contienen nicotina produjeron un aumento de daño tres veces mayor durante ocho semanas.
“Sobre la base de la evidencia hasta la fecha, creo que no son mejores que fumar cigarrillos regulares” declaró la Dra. Jessica Wang-Rodriquez, de la Universidad de California
“No ha habido muchos buenos estudios de laboratorio sobre los efectos de estos productos en células humanas reales”, dijo la Dra. Jessica Wang-Rodriquez, profesora de patología en la Universidad de California, San Diego, y una de las principales investigadoras sobre este nuevo estudio.
“Nuestro estudio sugiere fuertemente que los cigarrillos electrónicos no son tan seguros como su publicidad los hace aparecer al público“.
“Pudimos identificar que los cigarrillos electrónicos en su conjunto tienen que ver con el aumento de la muerte celular. Esperamos identificar los componentes individuales que contribuyen al efecto“.
“Con base en la evidencia hasta la fecha, creo que no son mejores que fumar cigarrillos comunes“.
Los científicos y los funcionarios de salud están divididos sobre si son seguros. A principios de este año la Agencia de Salud Pública de Inglaterra Public Health England instó a los fumadores a pasar de fumar a vapear, diciendo que los cigarrillos electrónicos eran bastante más seguros que el tabaco tradicional.
Pero la Organización Mundial de la Salud y los científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Universidad de Liverpool siguen preocupados por su seguridad.
En el nuevo experimento, el equipo usó células epiteliales normales, que recubren órganos, glándulas y cavidades en todo el cuerpo, incluida la boca y los pulmones.
Las células expuestas al vapor del cigarrillo electrónico mostraron varias formas de daño, incluyendo roturas de cadenas de ADN. La doble hélice que forma el ADN tiene dos largas cadenas de moléculas que se entrelazan. Cuando uno o ambos de estos filamentos se rompen y el proceso de reparación celular no funciona bien, aumenta el riesgo de cáncer.
Las células afectadas también fueron más propensas a iniciar la apoptosis y la necrosis, que conducen a la muerte celular.
Los científicos probaron dos tipos de cigarrillos electrónicos: una versión libre de nicotina y nicotina. La nicotina es lo que hace que fumar sea adictivo. También hay alguna evidencia de que puede dañar las células. El equipo de San Diego descubrió que los vapores con nicotina causaban un daño mayor, pero incluso el vapor libre de nicotina era suficiente para alterar las células. Los cigarrillos electrónicos libres de nicotina causaron 50% más de rupturas de ADN, mientras que para aquellos que contienen nicotina el daño aumentó tres veces.
“Ha habido muchos estudios que demuestran que la nicotina puede dañar las células“, agregó la Dra. Wang-Rodriguez, especialista en cáncer de cabeza y cuello.
“Pero encontramos que otras variables también pueden causar daño. No es que la nicotina sea completamente inocente en la mezcla, pero parece que la cantidad de nicotina a la que las células están expuestas por los cigarrillos electrónicos no es suficiente por sí misma para causar estos cambios“.
“Debe haber otros componentes en los cigarrillos electrónicos que están haciendo este daño. Entonces podemos identificar otros componentes cancerígenos que no se han descrito anteriormente “.
Los científicos ya conocen algunos químicos problemáticos en los productos. Uno es el formaldehído, un conocido carcinógeno. Otro posible culpable es el diacetilo, un agente aromatizante que se ha relacionado con la enfermedad pulmonar, en particular una afección mortal llamada “pulmón de palomitas de maíz” que afecta a los trabajadores de las fábricas de estos productos.
Hay casi 500 marcas de cigarrillos electrónicos en el mercado, con más de 7,000 sabores
La doctora Wang-Rodriguez dijo que no estaba segura si los resultados se mantendrían fuera del laboratorio, pero dijo que los efectos imitaban la cantidad inhalada por un “vapeador en cadena” [vapeo continuo compulsivo].
“En este estudio en particular, fue similar a mantener a alguien fumando continuamente durante horas y horas, por lo que involucra una cantidad de vapor mayor de la que normalmente se entregaría“, dice. Ella planea realizar más estudios para ver si los efectos se mantienen en dosis más bajas.
Las organizaciones de salud no gubernamentales también han expresado su preocupación por los cigarrillos electrónicos.
– Aquí hubiera terminado de haberse realizado la entrevista en México –
“Las preocupaciones se mantienen sobre el impacto a largo plazo de los cigarrillos electrónicos sobre la salud, y si bien no hay evidencia que sugiera que presentan casi los mismos peligros que fumar, debemos continuar monitoreando esto cuidadosamente“, dijo Penny Woods, Ejecutiva en Jefe de la British Lung Foundation.
“Mientras tanto, aconsejamos que cualquier persona que use cigarrillos electrónicos para dejar de fumar lo haga con el objetivo de dejarlos también“.
Deborah Arnott, directora ejecutiva de la organización no gubernamental de salud ASH (Action on Smoking and Health), dijo que estaba claro que los cigarrillos electrónicos no estaban ‘libres de riesgo’.
“Lo que esta investigación no hace es comparar el impacto del vapor electrónico del cigarrillo con el del humo del tabaco, que sabemos es mucho más tóxico para las células que el vapor“, dijo.
“Los cigarrillos electrónicos son una fuente alternativa de nicotina que es mucho más segura para los fumadores que los cigarrillos, pero eso no significa que no existan riesgos y desalentaríamos a cualquiera que no sea fumador a usarlos“.
Public Health England dijo que estudiaría la nueva investigación.
El Prof. Kevin Fenton, Director Nacional de Salud y Bienestar en PHE, dijo: “Public Health England siempre ha tenido claro que los cigarrillos electrónicos no son 100 por ciento seguros y cuidadosamente consideraremos este nuevo estudio y seguiremos atentos. Pero nuestra principal revisión, publicada recientemente, encontró que los cigarrillos electrónicos conllevan una fracción del riesgo de fumar“.
“Esto se debe a que los productos químicos nocivos que se encuentran en el humo del tabaco, incluidos los carcinógenos, están ausentes en el vapor del cigarrillo electrónico o, si están presentes, se encuentran en los niveles 100 a 1000 en el humo del tabaco“.
“Lo mejor que puede hacer un fumador es dejar de fumar completamente ahora y para siempre. La mejor manera de tener éxito es obtener ayuda de su servicio local de cese de fumar. Los fumadores que han tenido problemas para dejar de fumar en el pasado pueden intentar vapear, y los vapeadores deben dejar de fumar. El año pasado, dos de cada tres fumadores que combinaron cigarrillos electrónicos con el apoyo de expertos de un servicio local dejaron de fumar con éxito “.
La investigación fue publicada en el Journal of Oncology.
FIN DE LA NOTA DE PRENSA
Comentario. Colocamos una línea de separación para indicar donde habría finalizado la entrevista de haberse realizado en México. La razón, es que debajo de esta línea de separación aparecen opiniones contrarias a lo que afirma la Dra Wang-Rodriguez (que vapear es tan malo como fumar). Aparecen, por ejemplo, opiniones de autoridades sanitarias (oficiales y no oficiales) del Reino Unido, como Public Health England o ASH, que apoyan el uso del cigarro electrónico y sostienen que es mucho menos riesgoso que el cigarro común. Nada de esto hay en México. En la inmensa mayoría de este tipo de entrevistas, la reportera o el reportero simplemente hubieran entrevistado al “experto” (o “experta”) sin buscar opiniones alternas.
El estudio de marras
¿Cual es el estudio en el que se basa esta entrevista? Es el siguiente estudio publicado por los investigadores de la Universidad de California en San Diego:
V Yu, M Rahimy, A Korrapati. Y Xuan, A E. Zou, A R. Krishnan, T Tsui, J A. Aguilera, S Advani, L E. Crotty Alexander, K T. Brumund, J Wang-Rodriguez, W M. Ongkeko, “Electronic cigarettes induce DNA strand breaks and cell death independently of nicotine in cell lines“. DOI: https://doi.org/10.1016/j.oraloncology.2015.10.018 January 2016Volume 52, Pages 58–65 (Enlace)
Puntos a Resaltar
- Células normales y HNSCC fueron cultivadas en vapor de cigarro electrónico hecho pasar a través de un medio
- Las culturas de células expuestas al vapor del cigarro electrónico mostraron un aumento de rupturas de hebras dobles del DNA
- El vapor del cigarro electrónico induce aumentos de muerte celular en comparación con las células de control
- El vapor del cigarro electrónico disminuye la supervivencia clonogénica en comparación con las células de control
Resumen
Objetivos. Evaluar la citotoxicidad y genotoxicidad debida a la exposición de corto y largo plazo al vapor del cigarro electrónico, sobre un panel de lineas de células normales epiteliales y células de carcinoma escamoso de cuello y cabeza (HNSCC).
Materiales y métodos. Los HaCaT, UMSCC10B, and HN30 fueron tratados con extractos de vapor con y sin nicotina, extraídos de dos marcas populares de cigarro electrónico, por periodos que varían entre 48 horas y 8 semanas. La citotoxicidad fue evaluada usando el análisis de flujo citométrico Annexin V, exclusion blue trypan y ensayos clonogénicos. La genotoxicidad en la forma de rupturas de hebras de DNA fue cuantificada usando los ensayos de cometa neutral y γ-H2AX immunostaining.
Resultados. Las células expuestas al cigarro electrónico mostraron una reducción significativa de su viabilidad y supervivencia clonogénica, a la vez de mostrar aumento de las tasas de apoptosis y necrosis, independientemente del contenido de nicotina en el vapor. También mostraron una cola de cometa con aumento significativo y acumulación de focos de γ-H2AX que demuestran aumento de rupturas de hebras de DNA.
Conclusión. El vapor del cigarro electrónico, tanto con o sin nicotina, es citotóxico a lineas de células epiteliales y es un agente de rupturas de hebras de DNA. Mas evaluaciones son urgentemente necesarias sobre del potencial de efectos cancerígenos son necesarias del vapor de cigarro electrónico
Contradicciones inmediatamente aparentes
De entrada, e independientemente de la calidad del estudio, nos podemos dar cuenta de una enorme inconsistencia entre los resultados del estudio y la entrevista a la “experta” Dra Wang-Rodriguez
Leyendo la entrevista, nos enteramos que la doctora declara varias veces (con toda seguridad y sin asomo de duda) que “los cigarros electrónicos no son mas seguros que los de tabaco”.
Esta afirmación es muy contundente, y si pudiera ser sustentada con un estudio de calidad, tendría profundas implicaciones. Además la Dra Wang-Rodriguez insinúa que su afirmación surge de su estudio. Eso es lo que la reportera Sarah Knapton quiere transmitir en su encabezado a ocho columnas: esta es la conclusion demoledora que surge de un “súper estudio” hecho por “grandes expertos”.
Sin embargo, y OJO, esto es importante: el resumen del estudio solo menciona que las células fueron expuestas al vapor del e-cig, no menciona que las expusieron al humo del cigarro común para hacer la comparación.
POR LO TANTO: Para declarar que “los cigarros electrónicos no son mas seguros que los de tabaco” y además insinuar que esto surge de su estudio, la Dra Wang-Rodriguez debió haber hecho una comparación de daño celular entre vapor del e-cig y el humo del cigarro. Esta es una comparación importante, debería estar en el resumen del artículo.
¿Que fue lo que pasó? ¿Hicieron esta comparación? Leyendo el estudio, vemos que no la hicieron. Leemos que las células fueron expuestas por días e incluso semanas al vapor del e-cig. O sea, el vapor se tardó días y semanas en causarles daño. Y por ahí, en un apartado rincón del texto del estudio los autores explican que, bueno, si trataron de exponer las células al humo del cigarro de tabaco, pero las células se morían en 24 horas. Por lo tanto, decidieron no hacer la comparación.
BINGO !!! He ahí el detalle: La Dra Wang-Rodríguez declara a ocho columnas que “los cigarros electrónicos no son mas seguros que los de tabaco”, insinúa que eso surge de su estudio. Y ¿que es lo que en realidad resulta de su estudio?: que el vapor del e-cig tardó semanas en dañar (no necesariamente matar) a las células mientras que el humo del cigarro las mató en 24 horas (algo que menciona en un apartado rincón del texto).
En pocas palabras: La Dra Wang-Rodriguez y la reportera Sarah Knapton descaradamente diseminan desinformación. Engañan a los lectores. Las opiniones de la doctora sobre los e-cigs no se justifican por los resultados del estudio por el cual ella (debería) responder. Son sus opiniones personales presentadas por una reportera irresponsables como hechos científicos.
El escándalo por el estudio y la entrevista
Entrevistas basadas en este estudio, como la que mostramos de Sarah Knapton, aparecieron en todos los diarios de circulación nacional en los EE UU, en el Reino Unido y en otros países. Sin embargo, en Inglaterra, produjo una reacción inmediata e intensa.
La reportera Sarah Knapton fue asediada en las redes sociales por vapeadores furiosos por su difamación deshonesta del cigarro electrónico. El escándalo cruzó el Atlántico y obligó a la Dra Wang-Rodriguez a emitir una aclaración del tipo “no me entendieron bien”. En realidad, debería ofrecer una retractación completa.
A continuación presentamos la traducción de un ensayo de Clive Bates, ex-director de Action on Smoking and Health (ASH) UK y promotor de la reducción de daños del tabaquismo, en el cual relata esta entrevista y la reacción a ella, explicando también el valor real del estudio de marras y el porqué de este fenómeno de desinformación.
¿Crédulos o cínicos? Los periodistas científicos caen una vez más en el juego de la seudo-ciencia de los oponentes al vapeo
Por Clive Bates
Texto original en inglés (enlace): Science journalists played yet again by e-cigarette pseudoscience and spin
Acabo de escribirle a Sarah Knapton, Editora de la Sección “Ciencia” de los otrora prestigioso diario The Daily Telegraph. Ella seleccionó a uno de los comunicados de prensa estadounidenses más idiotas jamás escritos y lo convirtió en uno de los más idiotas jamás escritas en las noticias del Reino Unido: Los cigarrillos electrónicos no son más seguros que fumar tabaco, advierten los científicos – un titular escandaloso adornado con un subtítulo que invoca el espectro del cáncer.
“Las células expuestas al vapor del cigarrillo electrónico mostraron varias formas de daño, incluyendo roturas de cadena de ADN, que pueden conducir al cáncer.”
Este es el estudio y el comunicado de prensa:
- Estudio: Yu V, Rahimy M, Korrapati A, et al. Los cigarrillos electrónicos inducen roturas de cadena de ADN y muerte celular independientemente de la nicotina en las líneas celulares. Oral Oncol 2015; 52 : 58-65.
- Comunicado de prensa Eureka Alert: Daño celular visto en pruebas de laboratorio de cigarrillos electrónicos
Intente ver, si es que puede, cómo puede ser este título justificado por el contenido del estudio. Pensándolo bien, no pierda su tiempo: no puede justificar.
El conocido “Stats Guy”, Adam Jacobs, vigilante de las estadísticas del Reino Unido”, ya nominó al artículo del Telegraph como “la nota de periodismo de salud más peligrosa, irresponsable y mal informada de 2015 ” – Tonterías al hablar de vapeo.
Esto ha causado gran indignación entre miles de vapeadores que intentan dejar el cigarrillo convencional por el electrónico. Empezó la guerra de twitts contra Klapton.
Decidí tomar cartas en el asunto. Escribí y envié la siguiente carta a la peridista Sarah Knapton:
INICIA CARTA A SARAH KNAPTON
Querida Sarah
Veo que te quejas de que los vapeadores te “trolean” por informar sobre este estudio de células sobre los cigarrillos electrónicos. Veo que te quejas que te hacen “trolling”
— “Otro día en el que los vapores se ven obligados a negarse a aceptar que los cigarrillos electrónicos son dañinos a pesar de la creciente evidencia” https://t.co/557Br7fj5A
— Twit de Sarah Klapton(@sarahknapton) 30 de diciembre de 2015
Con todo respeto, no creo que sea justo llamarlo “trolling” cuando ignoras que el Telegraph publicó un titular escandaloso como ese, basado en una opinión (que se cree inapelable) de una científica con una agenda ideológica anti-vapeo Quizás los vapeadores simplemente están desesperados por el mal periodismo científico que estás haciendo.
Si vamos a hablar sobre ello de forma científica, consideremos la afirmación tajante hecha en el comunicado de prensa de esta historia:
La pregunta principal es si los cigarrillos electrónicos son realmente más seguros que los cigarrillos de tabaco convencionales que están diseñados para reemplazar.
La Dra Jessica Wang-Rodriguez no cree que lo sean y alega que “De acuerdo con la evidencia hasta la fecha“, dice, “creo que no son mejores que fumar cigarrillos comunes“.
Esta es una afirmación notable. Va más allá del argumento usual que afirma que “simplemente no sabemos lo suficiente” y hace una fuerte declaración afirmativa de un gran riesgo del cigarro electrónico, equivalente al común, según ella “basado en la evidencia disponible”. Esta es una afirmación contundente: requiere pruebas contundentes.
Que yo sepa, ningún otro experto digno de ese nombre cree esto o ha publicado algo que lo respalde, y no hay fundamentos ni pruebas que lo justifique.
La Dra Wang-Rodriguez no ha realizado una revisión sistemática de la evidencia hasta la fecha y las revisiones que se han realizado sugieren que el cigarro electrónico tiene un riesgo mucho más bajo que el común: 1-3 órdenes de magnitud menor. Los expertos de Public Health England (PHE) defienden la afirmación de que las mejores estimaciones son, de al menos, un 95% menos riesgoso que fumar. ¿Esto no te dio una pausa para reflexionar? ¿Consideraste buscar una segunda opinión?
Sin embargo, no hiciste nada de eso. El Telegraph acaba de tomar lo afirmado por la Dra Wang-Rodriguez en el comunicado de prensa a su valor nominal y lo hizo un titular de prensa.
Si un troll es (definición de diccionario) “una persona que hace una publicación en línea deliberadamente ofensiva o provocativa“, ¿no será quizás el Telegraph el que está haciendo el “trolling” a los vapeadores y a la nación?
Si tomamos la práctica periodística más convencional como simplemente informar sobre lo que la investigación en cuestión había encontrado, entonces habría bastante menos margen para el sensacionalismo.
Un estudio celular no establece (y no puede establecer) que existe un riesgo real de cáncer, no puede establecer que el riesgo de vapear es de la misma magnitud que el de fumar. No puede examinar todos los demás factores y puntos de cáncer asociados con el tabaquismo, no puede evaluar otros riesgos además del cáncer. Por lo tanto, sean cuales fueren los resultados, ninguna predicción de cáncer o comparación entre el cigarro electrónico y el común, como afirma el comunicado de prensa, podría haberse extraído de este trabajo. Una vez más, se trata de ser crítico acerca de lo que los estudios científicos pueden y no pueden decirnos, y por lo tanto, evitar emitir un comunicado de prensa basado en una exageración sin fundamento.
¿Has encontrado tiempo para leer el estudio en sí?
De hecho, midieron el humo del cigarrillo, pero los resultados yacen enterrados en la oscuridad Estas mediciones de cigarrillos no se mencionan en absoluto en el comunicado de prensa, ni en ninguno de los comentarios en el periódico mismo. – ¿Por qué podría ser eso? LO que delata la deficiencia del estudio de la Dra Wang-Rodriguez está en su sección de metodología …
El cigarrillo electrónico, el cigarrillo y tratamientos de nicotina. Se hizo pasar vapor de cigarrillo electrónico a través de un medio usando presión negativa, y el extracto resultante se esterilizó por filtración con un filtro de tamaño de poro de 0,2 \ mm antes de tratar a los cultivos celulares. Los medios tratados con cigarrillos se hicieron de manera similar usando cigarrillos con filtro Marlboro Red, que según la Comisión Federal de Comercio en un informe de 2000 contenían 1,2 mg de nicotina por cigarrillo. […]
Los medios de tratamiento se reemplazaron cada tres días con 1% de extracto de cigarrillo electrónico. Debido a la alta toxicidad del extracto de humo de cigarrillo, las muestras tratadas con cigarrillo de cada línea celular solo pudieron tratarse durante 24 horas. (énfasis añadido)
Eso debería haberte sonado como alarma, ya que es completamente inconsistente con la afirmación de Wang-Rodriguez de riesgo equivalente entre el cigarro electrónico y el común que aparece prominentemente en el título de la nota del Telegraph.
La sección de metodología del estudio está muy mal escrita, pero parece indicar que midieron el vapor del cigarrillo electrónico durante días y semanas, pero el extracto de cigarrillo de tabaco solo por 24 horas. Wang-Rodriguez y sus colegas utilizan una formulación inusual y confusa, en la que las medidas sobre el cigarrillo de tabaco realmente no aparecen como parte de los resultados, pero aún así se ofrecen “para comparar”.
Los autores incluso señalan que la nicotina puede dañar las células en los estudios celulares. Sin embargo, sabemos que no hay evidencia de que la nicotina cause cáncer debido a los estudios hechos en la nicotina farmacéutica y snus de Suecia.
Eso significa que es posible encontrar daño celular en las placas de Petri que no se manifiesta como una enfermedad grave en el cuerpo humano. Esta es una característica ampliamente conocida de los estudios celulares: no deben interpretarse como predicciones en el cuerpo humano. Esto debería haber sido otra pista para no tomar este estudio en la forma en que fue hilado. Esta afirmación de Wang-Rodriguez es reveladora de su intención de ir mas allá de lo que su estudio permite:
“Ha habido muchos estudios que demuestran que la nicotina puede dañar las células“, dice Wang-Rodriguez. “Pero encontramos que otras variables también pueden dañar”. Añade “No es que la nicotina sea completamente inocente en la mezcla, pero parece que la cantidad de nicotina a la que las células están expuestas por los cigarrillos electrónicos no es suficiente por sí misma para causar estos cambios“.
A partir de esto, los autores inician la especulación sobre el formaldehído y el diacetilo, repitiendo los supuestos riesgos graves del cigarrillo electrónico promocionados por la ciencia basura de los Estados Unidos, todo lo cual ha sido ampliamente desmentido.
Mi punto es que esta es un área de la ciencia que está muy cargada de prejuicios activistas, especialmente en los EE. UU, donde la principal fuente de financiamiento en ciencias de la salud, el NIH (National Institutes of Health) desempeña un papel activista. Este caso es un ejemplo extremo, pero repetidamente vemos a los periodistas del Reino Unido engatusados por estos activistas-científicos (o activistas con PhD) de los EE UU.
Creo que eso es lo que está enfureciendo a los vapeadores, están reaccionando contra desinformación deliberada disfrazada de “ciencia”, no están reaccionando contra la publicación de una verdad incómoda descubierta por científicos honestos que buscan la verdad. La solución no es rechazar a los críticos como “trolls”, sino tener un enfoque más crítico de la ciencia.
El mejor reportaje recientemente escrito sobre esto viene de la revista Rolling Stone, donde el periodista se tomó su tiempo para examinar las afirmaciones y analizar los argumentos, vale la pena leerlas: La verdad incómoda de los E-Cigs: son mucho más seguros que fumar
Mi pensamiento final: este estudio fue publicado el 4 de noviembre de 2015. Este comunicado de prensa coincide con la temporada de Año Nuevo para dejar de fumar. ¿Puedes ver el cinismo en esto y cuán dañino es hacer afirmaciones tan absurdas cuando las personas pueden considerar el paso de fumar a vapear para el Año Nuevo?
PD. Declaro no tener conflictos de intereses.
Clive Bates
TERMINA CARTA A SARAH KNAPTON
¿Por qué los periodistas publican chatarra como esta?
Es muy preocupante que los periodistas (incluso los que reportan ciencia) se presten a diseminar desinformación basada en ciencia chatarra (mayoritariamente Made in the USA). ¿Porqué lo hacen? Esta es mi teoría:
- La preponderancia de los artículos en línea. Los artículos en línea proporcionan retroalimentación contable directa, en tiempo real, sobre la contribución de los periodistas a la difusión de los periódicos y los de ahí a los ingresos publicitarios. Por lo tanto, existe una intensa competencia entre colegas por los clics de “likes” y los comentarios de los usuarios. Esto no sucede en la prensa impresa, donde el desempeño individual se agrega al desempeño conjunto en las cifras generales de circulación. Esto cambia los incentivos periodísticos: en vez de servir a lectores regulares con periodismo de alta calidad, pasa a atraer lectores no regulares que apoyan dando un “like”.
- El desdén por el lector. No les importa a los periodistas de temas científicos reportar la verdad y la complejidad de los temas, ni les importa servir a sus lectores. El caso del estudio de Wang-Rodriguez es un ejemplo típico (entre muchos) de una historia “científica” banal que ha sido convertida en algo publicable y “espectacular” por la extrema exageración en el comunicado de prensa. Sería imposible proporcionar información útil y real de esta investigación porque en realidad ésta no existe.
- El argumento de la autoridad. Existe un modelo perezoso de periodismo científico que depende de “la autoridad”, es decir, la autoridad de los “científicos” colocados sobre pedestales como buscadores puros e incuestionables de la verdad, y la autoridad de las revistas arbitradas por pares, las cuales se supone (en forma acrítica) que garantizan la integridad de la investigación publicada. Una vez que un relato o nota cuenta con el respaldo (así sea injustificado) de toda esta autoridad (así sea ésta fraudulenta o distorsionada), no hay mas argumentos ni discusiones: solo queda el esfuerzo informador del humilde periodista. Esta actitud de deferencia cuasi-religioso hacia la “autoridad” es absolutamente absurdo para cualquiera que adopte un método científico para entender la ciencia, en la cual la “autoridad” está en perpetuo cuestionamiento.
- El disparo del sensacionalismo. Varios comentaristas plantearon puntos opuestos en este artículo (para ser justos, Knapton incluyó algunas opiniones contrarias), pero la única declaración que la periodista hace en forma prominente, en forma sensacional y sin pruebas, es la que aparece en el encabezado, sin importar que básicamente fue refutada y rechazada por todos los demás con los que ella habló. La periodista simplemente no tenía ningún incentivo para explotar la historia adoptando una perspectiva crítica o inquisitiva. En tal caso, la nota sería: “Científicos estadounidenses dicen cosas irresponsables y extrañas basadas en un estudio que no justifica lo que dicen”. Aunque esto es la verdad, no vende noticias.
- La mentalidad de manada. ¿Qué pasaría si otros lo diarios hubieran lanzado la nota y el Telegraph no lo hubiera hecho? Una vez más, el fenómeno de la popularidad gracias al lector que da un “like” y la competencia feroz entre periodistas en el trabajo.
Me he concentrado en el Daily Telegraph, pero otros diarios hicieron lo mismo: Mirror , Guardian, Independent y el Daily Mail, todos se deshonraron al dar prominencia en forma crédula o cínica a esta nota, algunos agregando variaciones sobre el mismo tema.
El Daily Caller lo dejó en claro y un vapeador, Paul Barnes, hizo el mejor trabajo al dar clases a los periodistas sobre cómo ser periodistas: recomiendo ver desengrasar motores y matar células en su blog Facts Do Matter. Otro vapeador, Fergus Mason, siguió con un blog que lo explica todo para los gigantes de la literatura científica popular del Reino Unido: un nuevo estudio muestra que los cigarrillos electrónicos son más seguros que el humo del tabaco
Otros artículos que examinan esta historia más críticamente:
- Linda Bauld en The Guardian : No, todavía no hay evidencia de que los cigarrillos electrónicos sean tan dañinos como el fumar
- Mike Siegel, The Rest of the Story: Comienza el nuevo año con un investigador anti-Vaping diciéndole al público que fumar no es más peligroso que vapear
- Carl V. Phillips, Anti-THR lies: El hecho clave sobre ecig ciencia basura: “salud pública” es una disciplina deshonesta
- Bradley J. Fikes, San Diego Union-Tribune: Informes de E-cig: ¿Qué salió mal? Estudio falsamente descuidado, periodismo descuidado
- Andy Coghlan, New Scientist: Vapear realmente no es tan dañino para sus células como fumar
Actualización: después de las críticas recibidas la Dra Wang-Rodríguez hizo una clarificación / corrección …
- Bradley J. Fikes contra The Telegraph: San Diego Union-Tribune (15 de enero): La clarificación de E-cig necesita aclaración
- Mike Siegel, The Rest f the Story (14 de enero): en el comunicado de prensa “Corrección”, la investigadora de VA reitera que fumar no puede ser más peligroso que vapear
El error principal recae en los autores. Mi principal preocupación no es principalmente con los periodistas, aunque deberían ser mucho mejores en su labor. Mi principal preocupación es con académicos y académicos de salud pública: básicamente no hay desafío ni retrocesos ni responsabilidad por las consecuencias de este tipo de mendacidad casual; sin embargo, debemos recordar que es probable que se produzcan algunos cánceres y muertes más. ¿Dónde está la indignación profesional en la comunidad de salud pública? ¿Dónde está el duro desafío para el Dra Wang-Rodriguez por parte de aquellos que si saben, o deberían saber mejor?
Actualización científica.
Una nota del Dr. Konstantinos Farsalinos sobre lo que los investigadores hicieron mal en el experimento en sí (no solo las ridículas afirmaciones sobre el riesgo relativo y el cáncer). Tenga en cuenta que los investigadores tuvieron que suspender las pruebas con el humo del cigarrillo en 24 horas porque era tan tóxico que mataba las células demasiado rápido. La exposición al vapor del cigarrillo electrónico se extendió hasta por ocho semanas.
… cuando desea buscar efectos como inflamación o roturas de ADN, necesita células que hayan sobrevivido a la exposición al medio. En el caso del humo del cigarrillo del tabaco, es tan tóxico que mueren las células, por lo que no se puede medir ningún efecto. Sin embargo, lo que DEBE HACER es diluir el extracto de humo a niveles que no son citotóxicos (para que las células sobrevivan). Luego, debe hacer lo mismo con el extracto de aerosoles de e-cigarette. El problema (para los investigadores) era que si lo hubieran hecho no verían casi ningún efecto adverso por la exposición al aerosol del cigarrillo electrónico.
El principal problema con la cobertura es la exageración irresponsable y salvajemente inexacta en el comunicado de prensa. Pero está también el hacer un escándalo en términos científicos. ¿Por qué incluyeron el humo del cigarrillo, pero luego no ejecutaron el experimento de una manera que permita una comparación parecida, como sugiere Farsalinos? Cuando dicen que ‘las células tratadas con extracto de humo de cigarrillo […] se muestran para comparar ‘ en repetidas ocasiones en el artículo, qué exactamente esta comparación nos dice si el cigarrillo y el vapor del cigarrillo electrónico fueron tratados de manera diferente? ¿Esperaban encontrar citotoxicidad en el vapor del cigarrillo electrónico comparable al humo del cigarrillo y luego tener que replantearse cuando todo en las líneas celulares del cigarrillo estaba muerto en 24 horas? ¿Por qué los investigadores no utilizaron exposiciones realistas y por lo tanto evitar la confusión por decir esto en el comunicado de prensa?
“En este estudio en particular, fue similar a alguien fumando continuamente durante horas y horas, por lo que es una cantidad mayor de la que normalmente se entregaría”, dice. “Lo que estamos viendo ahora es controlar la dosis de estos. Queremos saber a qué dosis causa ese cambio crítico hacia donde vemos el daño “.
Actualización 12 de enero de 2016 .
Se agregó una aclaración / corrección al comunicado de prensa:
ACLARACIÓN / CORRECCIÓN: Al contrario de lo que se dijo o implicó en gran parte de la cobertura informativa resultante de este comunicado de prensa, los experimentos de laboratorio no encontraron que el vapor del cigarrillo electrónico fuera tan dañino para las células como el humo del cigarrillo. De hecho, una fase de los experimentos, que no se abordó en el comunicado de prensa, descubrió que el humo del cigarrillo, de hecho, mataba las células a un ritmo mucho más rápido. Sin embargo, debido a que se observaron mecanismos similares de daño celular como resultado de e-vapor y humo de cigarrillo regular, la Dra Wang-Rodriguez afirma, en base a la evidencia del estudio, que los cigarrillos electrónicos no son necesariamente una alternativa más saludable que fumar cigarrillos regulares. Como se afirma en el documento de la revista y el comunicado de prensa, se necesita más investigación para comprender mejor los efectos reales a largo plazo de los cigarrillos electrónicos en los seres humanos.
Esta afirmación confusa es un intento crudo de dejar de defender lo indefendible, mientras trata de crear suficiente pirotecnia que distraiga para desviar la culpa del culpable obvio, Wang-Rodriguez. En cualquier campo sensato en la ciencia, la reputación de un científico que exprese y luego reitere declaraciones completamente infundadas sobre el riesgo caería en gran desprestigio en su propio grupo de pares . Siempre debemos recordar que existen vías causales plausibles que conducen las declaraciones de Wang-Rodríguez (y el informe irresponsable de ellas) a que una persona padezca cáncer y sufra una muerte agonizante y humillante. No es solo un debate remoto.